Me gustan los gatos porque son bastante autónomos e independientes, solo con su presencia vuelven los ambientes más amenos, y si ese ambiente está rodeado de libros ya tienes un hogar y es mucho mejor aún.
Los gatos según Jorodowsky son animales sagrados, al igual que los búhos, ya que estos animales tienen la facultad de ver en la oscuridad, lo cual se interpreta como una capacidad natural para navegar en el subconsciente del ser humano.
No tengo la certeza, pero creo firmemente que si duermes junto a un gato ellos vigilan los sueños y evitan que tengamos pesadillas y por lo tanto nos ayudan a tener un sueño más reparador.
Con esto que voy a contar de seguro creerán que estoy loco, pero no fue el único que lo vivió: en cierta ocasión estaba almorzando junto a un familiar cuando súbitamente aparece un gato o una sombra de un gato, que rápidamente se puso debajo de la mesa en la cual comía y desapareció, al constatar su desaparición pregunté por si acaso si es que alguien había visto algo, y me dijeron lo que yo había constatado, que el gato había desaparecido al ponerse debajo de la mesa, no se por qué se produjo tal hecho subnormal o alucinación, pero quizás los gatos puedan ir de una dimensión en otra.
Sin embargo creo que lo más importante de los gatos es que nos enseñan una valiosa lección sobre el amor, y no hablo del amor en forma de eros, no es un amor sexual, sino uno en un sentido muchísimo más amplio.
La lección más valiosa que nos enseñan los gatos a los humanos es que no es tan importante ser amado, lo más importante es amar.